Los Años de Trump

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El Camino del 20 de Enero de 2017 al 20 de Enero de 2021—Una Cronología de Resistencia

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Etimológicamente hablando, la palabra “inaugurar” significa “consagrar por augurio”—buscar señales que indiquen lo que vendrá en el comienzo de una nueva era. Desde 1937, la toma de posesión presidencial tuvo lugar el 20 de enero—y durante el último medio siglo, también se ha convertido en un día de resistencia, ya que la gente corriente se niega a confiar el futuro a los rituales de lxs políticxs. Hoy, al entrar en la era de Biden, echamos la vista atrás, hacia el camino recorrido durante los años de Trump, para orientarnos hacia el futuro.

Personas marchando en Portland inmediatamente después de las elecciones de 2020: “La votación terminó—la lucha continúa”.


20 de Enero de 2017

La mañana del 20 de enero de 2017, me paré en la intersección de la calle 12 con la calle L en el centro de Washington DC. Ante mí, una doble fila de antidisturbios me separaba de las personas a las que mantenían encapsuladas, lxs participantes de la multitudinaria marcha del black bloc, que acababa de atravesar la ciudad oponiéndose a la toma de posesión de Donald Trump.

La estrecha franja en tierra de nadie, que nos separaba de la primera línea de mercenarixs armadxs, estaba cubierta de ropa negra abandonada—sudaderas, cortavientos, máscaras, guantes, bufandas, bolsas. Sin saber lo que les esperaba a lxs detenidxs—resultó que prácticamente todxs fueron acusadxs de ocho o más delitos graves, aunque ninguno de esos cargos finalmente se mantuvo—pensé que sería mejor si la calle no estuviera repleta de cosas que pudieran malinterpretarse como prueba. Empecé a recoger los restos.

Recoger estos objetos justo frente al cordón policial fue una idea arriesgada. ¿Qué pasaría si la policía también me cogiera y encapsulara? Tratando de parecer indiferente, me las arreglé para coger una bufanda, luego un par de gafas de sol. Uno de los objetos más grandes parecía ser una mochila llena. Estaba justo a los pies de un/a policía mal encaradx. Alguien más valiente que yo corrió hacia adelante y la cogió, la levantó y se retiró rápidamente entre la multitud que se encontraba en nuestro lado del cordón policial. Pude ver por la forma en que la mochila se balanceaba que era pesada.

Al final acabé teniendo esa mochila junto con un montón de ropa negra. En ella había algo, eso era seguro. Algo pesado y sólido.

La multitud a lo largo del cordón policial estaba en inferioridad numérica; lo mejor que podía hacer por mis compañerxs era sacar esas cosas de allí. Me alejé del enfrentamiento y me dirigí hacia el sur por la calle 12. Pasé por la boca de un callejón, también cubierto de ropa.

Las correas de la mochila se me clavaban en los hombros. Necesitaba ir a un lugar retirado para poder abrirla y echar un vistazo. No sería bueno abrirla en medio de una calle atestada de gente, a la vista de policías y guardias nacionales, sin saber qué podía haber dentro. Bajé a Franklin Square y encontré una cafetería que estaba abierta. Una docena de jóvenes manifestantes universitarixs esperaban en la cola para ir al baño. Esperé quince minutos, pero la cola apenas se movía.

Finalmente, me di por vencidx y comencé a buscar otro establecimiento. La mayoría estaban cerrados; algunos de ellos habían perdido sus ventanas por los martillos del black bloc. Al comenzar el día, las calles de esta parte de DC habían estado desiertas, pero ahora se estaban llenando de manifestantes, periodistas, vecinxs curiosxs y algún/a que otrx simpatizante de Trump.

El centro de Washington DC la tarde del 20 de enero de 2017.

Caminé una manzana hacia el oeste hasta McPherson Square. Allí había algo de infraestructura de protesta, incluida una carpa y Food Not Bombs preparándose para servir comida, pero no privacidad que pudiera aprovechar para inspeccionar mi cargamento.

Cuanto más llevaba la mochila, más pesada se volvía y más siniestro se volvía su peso. ¿Qué había dentro? ¿Y si estuviera caminando por Washington DC con una bomba en la espalda? Empezaba a temer ser un personaje de una historia de William S. Burroughs.

Rememorando esa escena desde la perspectiva de 2021, cuatro años después, parece una cruel alegoría. La mochila era la caja de Pandora, que contenía todas las pruebas y tribulaciones de la naciente era de Trump. Su peso representaba todas las cosas impensables que pronto se normalizarían—prohibiciones de viajar a países enteros, fascistas disparando a personas en manifestaciones. Contenía el dolor de todxs lxs niñxs perdidxs dentro del sistema de detención, separadxs de sus madres y padres por la Patrulla Fronteriza. Contenía los cadáveres de las 400.000 personas que murieron de COVID-19 durante la administración Trump.

Y contenía el peso de nuestra responsabilidad—de nuestra capacidad para responder a estas tragedias. No fue hasta que llegué a casa esa noche, después de un día entero de aventuras y escapadas por los pelos, que pude, por fin, dejar la mochila en el suelo y mirar dentro de ella. Abrí la cremallera, dejando al descubierto un objeto de metal rojo—un extintor. Los números de serie habían sido borrados de las etiquetas, para que él, también, pudiera participar en la anónima fuerza colectiva del black bloc. En el fondo de la caja de Pandora, esperanza—en la forma de las acciones que podemos emprender y el coraje necesario para estar a la altura de las circunstancias.

A quienquiera que eligió llegar así equipadx al punto de partida del black bloc el J20—gracias. Tu secreto está a salvo conmigo.


En su momento, los acontecimientos del 20 de enero de 2017 fueron espectaculares. Ayudaron a preparar el escenario para los siguientes cuatro años, demostrando que no permitiríamos que Trump implementara su agenda sin resistencia, legitimando el tipo de tácticas de confrontación que necesitábamos para enfrentar a sus partidarixs y las instituciones de la violencia de estado, y motivando a la gente a pasar a la acción por todo el país. Pero para los estándares de 2021, lo sucedido ese día en Washington DC fue poca cosa. El año pasado, la gente se ha enfrentado repetidamente a policía, Guardia Nacional y fascistas en una escala similar, a veces cada noche, en ciudades de todo el país. Si no lo hubieran hecho, Trump aún podría tener el poder, con elecciones o sin ellas.

Por eso creemos que es importante recordar los puntos críticos de la era Trump. Lo que sigue es solo un relato incompleto del total de luchas y logros de los últimos cuatro años.

Cómo comenzó: la carga con paraguas gracias a la que decenas de anarquistas escaparon del encapsulamiento en Washington DC el J20…

…y cómo continúa: la multitud se enfrenta a la policía en Seattle durante el momento culminante de las luchas de 2020.

Los Años de Trump: Una Cronología de Resistencia

“Trump ha dejado muy claro que, si hubiera podido tomar el poder por la fuerza bruta, lo habría hecho—y lxs rebeldes que hicieron que zonas de muchas ciudades del país se volvieran ingobernables en mayo y junio, fueron uno de los principales factores que disuadieron a gran parte de la clase capitalista de apoyarle en este empeño. Sin nuestra resistencia de base, su plan podría haber tenido éxito “.

-“2020 en Retrospectiva

Joe Biden no venció a Trump. Fue la resistencia popular de antifascistas, anarquistas, abolicionistas y—sobre todo—valientes integrantes de las comunidades afectadas, la que limitó lo que Trump y sus partidarixs pudieron hacer durante su presidencia.


20 de Enero de 2017: Washington DC

Además de la icónica imagen de la limusina en llamas, la imagen más famosa del día fue seguramente el puñetazo que recibió el fascista Richard Spencer, quien había acudido la noche anterior a Washington DC para participar en la gala “Deploraball”.

20 de Enero de 2017: Seattle, Washington

Al mismo tiempo, al otro lado del país, durante las protestas contra la aparición en la Universidad de Washington, del conocido misógino, islamófobo y racista troll Milo Yiannopoulos, dos partidarixs de Trump planearon y ejecutaron el tiroteo de un manifestante anarquista. La policía ni siquiera intentó arrestar a la tiradora. Esto sentó un siniestro precedente para los años de Trump.

25 de Enero de 2017: Filadelfia, Pensilvania

El 25 de enero, lxs republicanxs más poderosxs, las élites empresariales y lxs supremacistas blancxs de extrema derecha, se reunieron en la torre de lujo de uno de los hoteles más caros de Filadelfia, con motivo de la Cumbre GOP. Un millar de manifestantes queer se reunieron, coreando “¡En cualquier momento, en cualquier lugar, golpea a un nazi en la cara!” y “¡Las vidas de lxs negrxs importan!”

28-29 de Enero de 2017: Bloqueo de Aeropuertos

En todo Estados Unidos, lxs manifestantes cerraron los aeropuertos en protesta por la prohibición de Trump de que migrantes de varios países, predominantemente musulmanes, entraran en Estados Unidos. 30.000 personas marcharon por el centro de Manhattan, cerrando de facto gran parte del distrito financiero.

Las sentencias judiciales que bloquearon la política de Trump, sólo se produjeron tras estas protestas—y Trump acabó por sortearlas porque la gente dejó de tomar las calles, confiando en que los tribunales arreglarían las cosas.

Manifestantes bloqueando un aeropuerto para protestar contra el veto de Trump a lxs musulmanes a finales de enero de 2017.

1 de Febrero de 2017: Acallando a Milo en Berkeley

El miércoles 1 de febrero, estaba programada una charla de Milo Yiannopoulos en la Universidad de California en Berkeley, dirigida a continuar con su estrategia de enseñar a jóvenes reaccionarixs a hacer doxing a estudiantes trans e indocumentadxs. Las feroces protestas obligaron a la universidad a cancelar el acto, lo que provocó quejas de lxs liberales sobre la libertad de expresión y atrajo la atención de la extrema derecha hacia Berkeley.

Lxs anarquistas del black bloc hacen imposible que la policía de la Universidad de Berkeley proteja los intentos de Milo de reclutar para el fascismo.

Tras las dos primeras e intensas semanas, el ritmo de la resistencia disminuyó a medida que lxs participantes de primera línea buscaban recuperar el aliento y lxs liberales comenzaron a sacar a la gente de las calles, para sumergirla en el infructuoso juego de esperar soluciones legalistas.

“Es esencial organizarse de una manera que nos diferencie del resto de actores estatales y no deje espacio para que el estado recupere la legitimidad; el antifascismo debe significar oposición al estado mismo, no sea que derroquemos a Trump sólo para allanar el camino a un régimen igualmente autoritario. Cuanto antes llegue una crisis, mejor, antes de que Trump, el Deep State y la oposición demócrata tengan la oportunidad de estabilizarse; al mismo tiempo, tenemos por delante un trabajo considerable, para hacer que nuestras propuestas sean comprensibles para la población en general. Por último, pero no menos importante, si se produce un cambio de régimen, el impulso debe provenir de las calles, no de la cúpula del poder “.

“Pasar a la Ofensiva: Pasar de la Protesta a la Resistencia”—un análisis de mediados de febrero de 2017 que parece premonitorio en vista de los acontecimientos del 6 de enero de 2021 y el paso del poder a manos de centristas envalentonadxs.*

22-23 de Febrero: El Desalojo de Standing Rock

La policía desalojó el campamento Oceti Sakowin en Standing Rock. La administración Obama había otorgado la victoria a lxs manifestantes de Standing Rock, en su lucha contra el oleoducto Dakota Access, victoria que la administración Trump revirtió de inmediato, mostrando los peligros de confiar en las concesiones del estado.

4 de Marzo de 2017: La “Marcha por Trump”

Lxs partidarixs de Trump buscaron contrarrestar esta oleada de resistencia, llevando a cabo sus propias manifestaciones por todo el país. Esto representó un avance en el desarrollo de las tropas terrestres que finalmente asaltaron el Capitolio en nombre de Trump el 6 de enero de 2021.

15 de Abril: Lxs Fascistas Arrasan Berkeley

Lxs partidarixs de Donald Trump invadieron Berkeley, atacando físicamente a personas en nombre de la supremacía blanca, el antisemitismo y el nacionalismo, mientras la policía observaba—obteniendo con éxito las imágenes que habían estado buscando para hacer vídeos de reclutamiento para el fascismo. Después de este día, lxs antifascistas en el Área de la Bahía se vieron obligadxs a replantear su estrategia, pasando de un enfoque basado en pequeños círculos que buscaban la confrontación física, a un enfoque que implicaba una difusión masiva, para conseguir formar una alianza más amplia contra lxs fascistas.

27 de Abril: El Caso J20 se Pone Serio

En el caso del arresto masivo de la marcha del black bloc del J20, la fiscalía cambió la acusación inicial añadiendo varios cargos más por delitos graves a cada unx de estxs acusadxs, de modo que cada unx de lxs doscientxs acusadxs se enfrentaba a ocho o más cargos por delitos graves. Esto no tenía precedentes; marcó una escalada dramática en la represión de la protesta.

Primero de Mayo 2017

El Primero de Mayo de 2017 fue testigo de animadas manifestaciones por todo Estados Unidos. En el noroeste, Seattle fue testigo de una exitosa fiesta en la manzana en la que se encuentra un centro penitenciario para menores, mientras que en Olimpia lxs anarquistas colocaron barricadas en las vías del tren en protesta contra el fracking y se enfrentaron a la policía. En Portland, lxs manifestantes se defendieron de la policía que declaró que su marcha eran “disturbios”, e introdujeron en el desfile un nuevo tipo de carrozas.

Lxs anarquistas demuestran su creatividad con enormes carrozas de arañas en Portland, Oregón, el Primero de Mayo.

4 de Junio de 2017: Concentración Fascista en Portland, Oregón

En mayo, Jeremy Christian, que había asistido a manifestaciones fascistas en Portland, asesinó a dos personas en un tren de cercanías de Portland. A raíz de ello, lxs organizadorxs de extrema derecha se duplicaron, promoviendo un mitin que tuvo lugar en el centro de Portland el 4 de junio con la protección de la policía. Lxs antifascistas respondieron, enfrentándose tanto a lxs fascistas como a la policía.

A finales de junio de 2017, después de varios días durante los que muchxs acusadxs fueron procesadxs y se fijaron las fechas de sus juicios, se celebraron en DC cuatro grandes asambleas de acusadxs. En estas fue donde se desarrolló la estrategia legal que con el tiempo dio lugar a la absolución de prácticamente todxs lxs acusadxs.

26 de Julio de 2017: Trump Prohíbe Personas Trans en el Ejército

Imitando los éxitos de sus colegas Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan en la consolidación del poder bajo regímenes militares homófobos, Trump prohibió las personas trans en el ejército, dando un paso atrás en los avances hacia la inclusión de LBGTQ+ en la sociedad y poniendo en evidencia la limitadas opciones de las personas trans y queer .

Dividir, conquistar y traicionar.

11 al 12 de Agosto: Manifestación “Unite the Right” en Charlottesville, Virginia

Cuando circularon imágenes de cientos de supremacistas blancxs marchando por las calles de Charlottesville la noche del 11 de agosto, muchas personas reaccionaron con sorpresa y consternación. Anarquistas, antifascistas y algunxs manifestantes religiosxs estuvieron entre las únicas personas que se movilizaron a Charlottesville; al día siguiente, tras una serie de violentos enfrentamientos y a pesar de ser superadxs en número, obligaron a la policía a detener la manifestación. Posteriormente, un joven participante fascista condujo su coche contra una marcha antifascista, hiriendo gravemente a muchas personas y matando a Heather Heyer.

Esto fue un toque de atención para la población de Estados Unidos con respecto a la gravedad del problema con el nacionalismo blanco, con el que Trump estaba vinculado; y llevó el nivel de aprobación de Trump a su punto más bajo en los primeros años de su presidencia, precipitando el despido de Steve Bannon, su asesor nacionalista blanco.

En respuesta, la gente organizó manifestaciones solidarias por todo Estados Unidos y el mundo. Es importante enfatizar que, si bien Joe Biden usó las imágenes de Charlottesville en el primer anuncio de su campaña de 2020, no se le vio ni en Charlottesville ni en la respuesta inmediata a la manifestación “Unite the Right”.

El lugar del ataque en el que fue asesinada Heather Heyer en Charlottesville.

El lunes siguiente, 14 de agosto, manifestantes en Durham, Carolina del Norte derribaron un monumento confederado, lo que ayudó a iniciar la siguiente ola de derribos de estatuas. Una manifestación fascista posterior en Boston también fue reprimida por un gran número de contra-manifestantes.

27 de Agosto de 2017: Bloqueo a Fascistas en el Área de la Bahía

Dos semanas después de la manifestación “Unite the Right”, lxs mismxs fascistas que habían arrasado Berkeley el 15 de abril, intentaron volver a concentrarse allí. Esta vez miles de manifestantes se movilizaron , impidiendo que la policía lxs escoltara hasta el lugar del mitin, una gran victoria contra el movimiento que había asesinado a Heather Heyer.

Consternado por el fracaso de la policía en asegurar un espacio para que lxs nazis reclutasen adeptxs para el fascismo, el alcalde de Berkeley, supuestamente centrista, pidió que lxs “antifa” fueran declaradxs una banda. A pesar de ello, este fue un paso importante para limitar la capacidad de la extrema derecha de crear un movimiento en las calles, capaz de evitar que la población se involucre en organizaciones populares que luchen contra la agenda de Trump o la violencia habitual de la policía.

La organización fascista en las calles no se recuperó realmente de estos golpes hasta el verano de 2020. Esto dio fin a la primera e intensa ronda de conflictos de la era Trump, con costosas victorias para anarquistas y antifascistas, pero con un largo e incierto camino por delante.

El black bloc impidiendo que lxs fascistas reclutaran adeptxs en Berkeley el 27 de agosto de 2017, tras una pancarta que rezaba “Venga Charlottesville—Defiende tu comunidad”.

2017 terminó con varias victorias ganadas con mucho esfuerzo.

21 de Diciembre de 2017: Conclusión del Primer Juicio J20

Después de casi un año de suspenso, lxs primerxs seis acusadxs de J20 que fueron a juicio, fueron declaradxs inocentes de todos los cargos. El siguiente mes, lxs fiscales retiraron los cargos contra 129 acusadxs más.

Anarquistas responden al primer conjunto de veredictos J20.


Marzo de 2018: La Marcha por Nuestras Vidas

Después del tiroteo en el Stoneman Douglas High School, en febrero de 2018 y antes de la Marcha por Nuestras Vidas en Washington DC, la población de todo Estados Unidos hablaba sobre la violencia armada. Surgió un nuevo movimiento popular en favor del control de armas. Este fue, claramente, el primer gran movimiento de protesta de la era Trump que exigía más control gubernamental, en lugar de menos. Como tal, fue un paso hacia la pacificación de los movimientos y la supresión de la agitación social que había logrado tan importantes victorias en 2017.

21 de Abril de 2018: Marcha del Movimiento Nacional Socialista en Newnan, Georgia

Lxs antifascistas se movilizaron contra una marcha nazi en una pequeña ciudad del sur, solo para encontrarse con una enorme respuesta policial compuesta por setecientxs agentes de 42 ciudades, estados y jurisdicciones federales que realizaron controles, y utilizaron helicópteros, tanques y armas de fuego para controlar a lxs manifestantes. La primera ola de organización fascista había fracasado, pero las fuerzas armadas del estado estaban dando un paso al frente para intentar hacer lo que lxs fascistas no habían podido.

Junio de 2018: Los Bloqueos de ICE

La administración Trump había pedido una vez más al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) aumentar las deportaciones en todo el país. En respuesta a esto y a la noticia de que lxs funcionarixs federales estaban separando a lxs niñxs de sus madres y padres, anarquistas y otrxs manifestantes okuparon las instalaciones de ICE en todo el país, actuando de inmediato en lugar de esperar a los tribunales o la legislación.

30 de Junio de 2018: Otro Enfrentamiento en Portland

El 30 de junio, en un día de manifestaciones a nivel nacional contra la brutalidad de ICE y las fronteras en general, lxs fascistas se movilizaron para marchar por el centro de Portland protegidxs por un enorme grupo de policías antidisturbios. Los enfrentamientos subsiguientes recordaron las movilizaciones fascistas de 2017. La policía de Portland abrió sus filas para permitir que lxs fascistas cargaran contra lxs manifestantes, luego atacó a lxs que lxs fascistas acababan de atacar. Tras este acontecimiento, comentamos:

“A partir de ahora, todo movimiento que intente enfrentarse a la violencia del estado, como la reciente ola de protestas contra ICE, probablemente tendrá que lidiar también con la violencia de lxs fascistas protegidxs por la policía”.

Julio de 2018: Victoria Total para lxs Acusadxs del J20

A principios de julio, la fiscalía federal aceptó la derrota total después de año y medio de perseguir a lxs acusadxs del J20, retirando los cargos restantes contra lxs últimxs 39 de ellxs. Todxs lxs demás habían sido declaradxs inocentes o habían visto retirados sus cargos. Contra todo pronóstico, lxs acusadxs habían ganado, bloqueando un precedente legal que podría haber hecho imposibles los movimientos masivos de 2020.

Agosto de 2018: Todo el Mes de Agosto

Anticipándose al primer aniversario de la manifestación “Unite the Right” y en respuesta a lxs fascistas que atacaron el campamento Occupy ICE en San Antonio el 28 de julio, lxs anarquistas hicieron un llamamiento a la convergencia de luchas contra la organización fascista, el complejo prisión-industria y la violencia en la frontera, durante el mes de agosto. Este mes de acción incluyó movilizaciones antifascistas en Portland, Charlottesville y Washington DC y concluyó con el derribo de otra estatua confederada en Carolina del Norte.

¡Todo listo para agosto!

El derribo de una estatua confederada en Chapel Hill, Carolina del Norte en agosto de 2018 preparó el terreno para un aluvión de derribos de estatuas por todo el país en 2020.

Lxs anarquistas pasaron el otoño ocupadxs prestando su ayuda en catástrofes y luchando por apoyar a lxs migrantes frente a los esfuerzos de Trump por militarizar la frontera, mientras que lxs demócratas se centraron en las elecciones y la fetichización ineficaz del “estado de derecho”. El tiroteo del 27 de octubre de 2018, que un partidario de Trump llevó a cabo en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh, Pensilvania, subrayó que la amenaza de lxs fascistas violentxs no había disminuido en absoluto.


El comienzo de 2019 encontró a todxs lxs contendientes estancadxs. Trump ante otro posible bloqueo del gobierno, amenazaba con declarar el estado de emergencia para financiar su petición de construir un muro fronterizo. Lxs anarquistas intentaron movilizarse en torno a esto, pero al final, las amenazas de Trump no sirvieron para nada y, junto con ellas, cualquier dinámica que lxs anarquistas pudieran haber creado. Lxs demócratas se habían dedicado plenamente al culto a la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre una posible conexión entre la campaña de Trump y Rusia. Esto les dio una excusa para no unirse a las iniciativas para bloquear la agenda de Trump a través de la acción directa, buscando presentarse en su lugar, como la facción legítima y legalista del estado—un riesgo tremendo, considerando que Trump estaba reemplazando lenta y constantemente el poder judicial con magistradxs leales al Partido Republicano.

12 de Abril de 2019: Atlanta, Georgia

En respuesta a un vídeo viral que lxs prisionerxs publicaron detallando las condiciones de moho dentro de la cárcel del condado de Dekalb, cincuenta personas invadieron la cárcel, enfrentándose a lxs agentes penitenciarixs y haciendo estallar bombas de humo dentro y fuegos artificiales fuera de ella. Esto fue parte de una serie de luchas contra cárceles, prisiones y centros de detención que se habían intensificado en el movimiento contra ICE.

13 de Julio de 2019: Willem Van Spronsen Ataca un Centro de Detención en Tacoma, Washington

El 13 de julio, Willem Van Spronsen fue asesinado por la policía cuando intentaba inutilizar la flota de autobuses que da servicio al Centro de Detención del Noroeste, un centro privado de detención de migrantes en Tacoma. En su último comunicado informaba que la acción era una respuesta a las continuas redadas y deportaciones llevadas a cabo por ICE. Donald Trump acababa de anunciar que ICE estaba a punto de llevar a cabo una nueva ronda de redadas masivas. Posteriormente, cuando se preguntó por qué no se estaban realizando las redadas, un funcionario de ICE expresó su preocupación por la seguridad de sus agentes.

Recordando a Willem van Spronsen

Julio de 2019: Levantamiento en Puerto Rico

Mientras que las cosas en Estados Unidos estaban relativamente tranquilas, una revuelta en Puerto Rico hizo huir al gobernador, creando un referente cercano para el tipo de movimientos que ya estaban sacudiendo Honduras, Haití, Sudán y Hong Kong.

20-27 de Septiembre de 2019: La Huelga del Clima

El hecho de que el movimiento ecologista de septiembre de 2019 tuviera, en gran parte, el objetivo de persuadir a un desinteresado gobierno para que promulgara reformas indica el terreno que los movimientos militantes y autónomos habían perdido desde 2017, o al menos no habían logrado ganar, en los movimientos ecológicos. Al igual que la “Marcha por Nuestras Vidas”, la huelga climática planteó la cuestión de qué hacer con el cambio climático, de tal manera que sólo una política gubernamental diferente podría brindar una solución. Esto proporcionó una base para la campaña del Partido Demócrata, pero no para el tipo de acción directa que sería necesaria para presionar a los intereses del estado y corporativos, para que dejen de participar en los tipos de actividad que están empeorando rápidamente la crisis climática.

6 de Octubre de 2019: Protestas Contra la Invasión de Rojava

El 6 de octubre, la administración Trump anunció que retiraba las tropas estadounidenses del norte de Siria, dando así al presidente turco Recep Tayyip Erdogan luz verde para invadir Rojava, llevar a cabo una limpieza étnica y reasentar por la fuerza el área. Lxs anarquistas hicieron un llamamiento a realizar acciones solidarias, acumulando una larga lista de apoyos, pero logrando poca movilización efectiva fuera del Área de la Bahía y un par de puntos críticos más.

Mientras tanto, en otras partes del mundo, los levantamientos en Ecuador, Chile, Catalunya, Irak y Líbano sirvieron de modelo para los movimientos sociales ingobernables. Esto contrastó marcadamente con el malestar de gran parte de las organizaciones liberales y de izquierdas en Estados Unidos a finales de 2019. Como escribimos en nuestro resumen del año,

“El Partido Demócrata ha introducido intencionadamente una serie de escenificaciones destinadas a convertirle, en el imaginario popular, en el principal representante del sentimiento anti-Trump y la única esperanza de cambio social. Las principales fueron la investigación de Mueller, el reciente impeachment y las primarias demócratas en curso. Ni la investigación de Mueller, ni el impeachment, han amenazado el poder de Trump, y es posible que las elecciones de 2020 tampoco lo hagan. Pero las tres sirven para centrar la atención en los procesos institucionales y dotar de legitimidad a las figuras de autoridad existentes, incluidxs políticxs de carrera, jueces y el FBI.”

Echando la vista atrás a ese periodo, desde la perspectiva que nos ofrece el presente, y especialmente en vista de la determinación del establishment demócrata de no permitir que Bernie Sanders obtuviera la candidatura, no es de ninguna manera seguro, que lxs demócratas hubieran podido impulsar la participación suficiente para derrocar a Trump, si no hubiera sido por la pandemia del COVID-19 y, sobre todo, por el levantamiento de George Floyd. Expertxs centristas acusaron—sin pruebas—que el levantamiento en Estados Unidos estaba asustando al electorado para que apoyara a Trump, pero es posible que la pandemia y el levantamiento llevaran a las urnas a personas que de otra manera no se habrían molestado en ir. Durante todo el verano, lxs partidarixs de Biden alegaron que las protestas de confrontación devolverían a Trump al poder, pero el hecho es que la popularidad de Trump se desplomó tras el comienzo de la rebelión de George Floyd y sólo comenzó a recuperarse cuando esta se calmó.


2020

Se necesitaría una cronología varias veces mayor que esta, para recoger todas las formas en las que las personas se organizaron a través de la acción directa para sobrevivir y responder a las catástrofes de 2020. Este año vio más acción que los tres años anteriores juntos. Mientras parece que ha pasado toda una vida desde las luchas de 2017-2019, los acontecimientos de 2020 deberían estar aún frescos en nuestra memoria. Deberíamos preocuparnos porque permanezcan ahí, no sea que los esfuerzos de lxs demócratas por enfocar el tema en la política electoral, nos hagan olvidar los aspectos más trascendentales de los tiempos que acabamos de vivir.

Para ser concisxs, podemos comenzar por enfatizar la importancia de las redes de apoyo mutuo que surgieron en todo el país en respuesta a la pandemia de COVID-19 y la consiguiente crisis económica.

Los proyectos de apoyo mutuo de 2020 han sido cruciales para la supervivencia de innumerables personas, abandonadas por el gobierno y traicionadas por la economía.

También podemos señalar las iniciativas populares para luchar contra los desalojos y establecer la seguridad de la vivienda en medio de la crisis. En sólo uno de los innumerables ejemplos, durante el verano, manifestantes rebeldes rompieron las ventanas del palacio de justicia en Richmond, Virginia, retrasando los procedimientos de desalojo.

Cuando la policía asesinó a George Floyd en Minneapolis, lxs valientes jóvenes que sistemáticamente sufren la misma violencia estatal, llamaron la atención de todxs sobre esta tragedia, expulsando a la policía y quemando el recinto policial. Si no fuera por el valor de aquellxs que llevaron a cabo estas acciones, es posible que nunca hubiéramos conocido el nombre de George Floyd.

El levantamiento se extendió rápidamente, convirtiéndose en la revuelta más feroz en la historia contemporánea de Estados Unidos y forzando un ajuste de cuentas con el racismo y la violencia policial. Lxs liberales que intentaron retratar a lxs participantes en la confrontación como “agitadorxs externxs”, estaban tratando de cooptar un movimiento que había sido necesariamente confrontativo desde el principio. Los esfuerzos posteriores por establecer zonas autónomas y derribar estatuas que representan el legado de la supremacía blanca, subrayaron hasta qué punto este movimiento se basó en la acción directa de principio a fin.

Cuando Trump envió fuerzas federales a Portland, en un intento de comprobar si lxs agentes del Departamento de Seguridad Nacional que le eran leales, podían proporcionar suficiente fuerza como para respaldarle en la toma del poder, lxs que inicialmente se movilizaron para defender Portland conocían ya el valor de la acción directa gracias a sus años de lucha, y las personas que se unieron a ellxs rápidamente aprendieron de esas experiencias y las pusieron en práctica.

El enfrentamiento en Portland en julio de 2020 fue, probablemente, un experimento para ver si las fuerzas federales leales a Trump podrían tener éxito en imponer el control en Estados Unidos, si éste intentaba suspender o ignorar los resultados de las elecciones.

Mientras todo esto ocurría, lxs centristas liberales intentaron desacreditar la acción directa, como siempre lo hacen, empleando una variedad de relatos diferentes para disuadir a las personas de actuar por sí mismas. Pero la pasividad no nos mantendrá a salvo. También el 6 de enero de 2021, lxs liberales instaron a la población a quedarse en casa—pero si Trump hubiera logrado que más sectores del gobierno se hubieran unido a su plan para tomar el poder, quedarse en casa habría sido aún más peligroso que intentar confrontar a sus partidarixs como lo hicieron lxs antifascistas en Charlottesville y Berkeley. Si lxs fascistas armadxs son peligrosxs, la violencia estatal es diez mil veces más peligrosa, aún más, cuanto más autoritaria se vuelve. A largo plazo, nada es más peligroso que confiar en el aparato de seguridad del estado, para protegernos de los elementos autoritarios dentro de él, ya que ambos son prácticamente idénticos.

Muchxs entendieron las elecciones como un referéndum sobre qué tipo de gobierno queremos — fascista o democrático — pero también sirvió para alejar a la gente de la pregunta que originalmente había planteado el levantamiento: si queremos tener algún tipo de gobierno. Recuerda, según una encuesta de Newsweek publicada durante el verano, el 54% creía que el incendio de la comisaría de policía de Minneapolis estaba justificado después del asesinato de George Floyd. En ese momento, la popularidad de Biden se situaba en las encuestas alrededor del 46% y la de Trump en el 38%. Se necesitó la amenaza de un gobierno continuo de Trump para intimidar a la población y hacer que se centrara en las elecciones en lugar de extender y profundizar en la revuelta.

“Ley y orden”—el grito de guerra tanto de Trump como de su oposición demócrata—contra la anarquía: la lucha del siglo.

Al final, las elecciones echaron a Trump del poder, pero preservaron todas las instituciones a través de las cuales él y sus compinches infligieron violencia contra la población. Tendremos que empezar de nuevo para explicar a lxs sectores más cómodxs de la población, por qué todavía nos oponemos a las separaciones familiares, las deportaciones, las cárceles, las prisiones, los desalojos y la policía, ahora que sus representantes preferidxs llevan las riendas.

Manifestación en Portland inmediatamente después de las elecciones de 2020, reafirmando nuestra determinación a oponernos a lxs que ostentan el poder, independientemente del resultado.

En la dramática escena final de las elecciones, que se prolongó durante más de dos agonizantes meses, lxs partidarixs de Trump intentaron desafiar al mismo aparato de seguridad estatal al que normalmente defienden, para mantener a su gobernante preferido en el poder. Es una de las ironías de nuestra época, que lxs historiadorxs puedan recordarles a ellxs como lxs sublevadxs, en lugar de a los millones de personas que en repetidas ocasiones en 2020, convirtieron partes de Estados Unidos en ingobernables, y que esto pueda hacer que la revuelta parezca extraña a aquellxs que más ganan con ella. Cuando miras al abismo, advierte Nietzsche, el abismo te devuelve la mirada—Años de obsesión con una caricatura de “antifa”, llevaron a lxs partidarixs más acérrimxs de Trump a representar precisamente la fantasía que más temían que otrxs representaran. Debemos tener cuidado de no intercambiar papeles con ellxs, convirtiéndonos, a su vez, en lxs engañadxs defensorxs del status quo de Biden.


La víspera del 20 de enero de 2021—día de aparente transición y verdadera continuidad—lxs rebeldes reafirmaron la continuidad de sus propias luchas al atacar una comisaría de policía en Vacaville, una oficina de ICE en San Francisco y un juzgado en el sur de San Francisco.

No todo el mundo está preparado para volver a la normalidad.


Manifestantes cerraron el aeropuerto de la OFS en enero de 2017 en desafío al veto musulmán de Trump.